3 de abril de 2013
Allí estaba ella de pie con su enorme trasero. Anonadado le regalé el paquete de tampax que le quite de sus sucias manos llenas de grasa de ballena. Ella era tan pestilente que su olor corporal flotaba en el aire denso, como cual aceite que hechas en el agua y flota, dejando sin oxigeno a los peces, en este caso, a mi.
Cuando mi vida ya no tenia sentido, apareció esta belleza amazónica, con su enorme grano de pus que parecía que estaba explotándolo allí mismo. Para que ella me recordase cogí el pote de pintura y le dibujé su cara en el muro del aparcamiento de la ciudad.Al salir del supermercado ella me miro con odio, esa mirada que hace derretirse a cualquiera.¿ Quien se puede resistir a esos ojos llenos de lagañas y esa nariz chorreosa de mocos?
me cogió por el cuello y resbale de sus manos sudorosas. Salí corriendo por la vergüenza que me producia tener que declararme insitu... . Tendré que volver a buscar otra ocasión para poder expresarle mi amor.
by: Alexº_º Mari;) y Miri:)
hesta historia me ha gustado mucho por lo tanto pongo un 10.
ResponderEliminar